Gadgets & Cuina
La técnica paso a paso
Para los antiguos griegos el queso era un regalo de los Dioses, seguramente muchos amantes del queso coincidiran con esta definición.
Sus orígenes se remontan a los orígenes de la civilización, hay datos que indican que se consumía hacía el 6500 A.C.. El queso se extendió por Europa y en la época romana se sofisticó su elaboración.
Quesos hay muchos, tantos que resulta muy complicada su clasificación. La gran mayoría de quesos se identifican con la zona geográfica de la que proceden y en muchas zonas la clasificación se regula a través de la denominación de orígen.
Los quesos se pueden clasificar por procedencia de la leche:Leche de vaca (Mahón, Edam), leche de oveja (Torta del Casar, Roncal, Idiazabal, Manchego), leche de cabra (Camerano, Murcia al vino), mezcla (Ibérico) o leche de búfala (mozzarella).
Nota: La leche más utilizada es la de vaca, cabra, oveja y sus mezclas.
Otro criterio de clasificación es el proceso de elaboración: queso fresco, fundido, queso madurado o fermentado, queso suero (requesón), queso de pasta hilada o queso rallado o en polvo.
Los quesos también se pueden clasificar por su contenido en materia grasa:
- Grasos:Si tienen mínimo un 45% de materia grasa, nunca más del 60%
- Semigrasos:Si tienen mínimo 25% de materia grasa, nunca más de 45%.
- Desnatados:Si no tienen nada de materia grasa o como mucho un 10%.
- Semidesnatados:Si tienen menos del 25% y mínimo 10%
- Extragrasos:Si tienen un 60% o más.
Pero en este post especial para los amantes del queso, vamos a centrarnos en la clasificación según la textura de los quesos, para recomendar los mejores gadgets para cortarlos, cocinarlos y degustarlos.
El queso según su textura:
- Duro: son los quesos más consistentes, difíciles de cortar y teniéndolos que raspar algunas veces. Es complicado cortarlos en lonchas enteras porque se rompen. Para este tipo de queso recomendamos utilizar el cuchillo especial para queso duro:
Si deseamos rallar el queso duro, lo mejor será usar un rallador de ralladura fina: - Semi-duro: la mayoría de los quesos pertenecen a este grupo y se pueden cortar en lonchas sin romperse. Para cortar estos quesos lo mejor es un cuchillo para quesos semi-duros o una guillotina de quesos.
Para estos quesos también es muy recomendable usar un cortador que hace virutas y ralla: - Blando: son los quesos cremosos. Nuestra recomendación son los cuchillos para quesos suaves.
- Semi-blando: son veteados o azules. Son quesos que se pueden untar o tienen textura quebradiza, para este tipo de queso son estupendos los cuchillos específicos de queso semisuave.
Para cortar el "tete de moine" lo mejor será este cortador especial
Pero si una cosa tiene el queso es que no sólo se corta, también se funde. El queso fundido seguramente es otra de las maravillas que los dioses griegos veneraban, en Gadgets & Cuina os proponemos hacer una raclette y/o una fondue.
La raclette:
La raclette es un plato tradicional valaisano. Tradicionalmente consistía en derretir queso acercándolo a un horno o a las brasas. Hoy en día, utilizamos una parrilla eléctrica y el queso se sirve fundido, acompañado con patatas cocidas o con embutidos.
Uno de los platos nacionales de Suiza, la fondue original es de queso, pero actualmente encontramos muchas versiones (de carne, pescado, verduras, chocolate, etc.). La fondue permite mantener fundido el queso mientras se degusta. Sumergir un pincho con un trozo de pan en una fondue y compartirlo con amigos y familiares seguramente es unos de los rituales favoritos de cualquier amante del queso. Viva el queso fundido!